Wednesday, March 23, 2011

La gente debe tener prioridad sobre beneficios económicos, aún en una crisis



Alistair Nicholas | Domingo, 20 de Marzo 2011

 

El desastre en la planta eléctrica Fukushima Daiichi se ha convertido en un típico ejemplo de lo que no se debe hacer en una emergencia.







Después de un terremoto gigante y un tsunami destructor, Japón ahora tiene una crisis nuclear que se está convirtiendo en un estudio de caso de mala gestión de crisis. El desastre en la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi puede llegar a eclipsar la fuga de químicos de Union Carbide en Bhopal 1984, el derrame de petróleo de 1989 de Exxon Valdez, o el derrame del año pasado de BP en el Golfo de México, como típico ejemplo de lo que no se debe hacer.

Esto no es solamente un problema para Japón. Ahora el futuro es incierto para la energía nuclear en toda la zona sísmica del “Cinturón de Fuego del Pacífico” debido a las protestas locales, tradicionales y en línea, contra esta fuente de energía.

Unas cuantas organizaciones tendrán que adoptar nuevas formas de trabajar después de que esta crisis se ponga bajo control. La autoridad responsable de las plantas de energía nuclear en Japón necesita re-evaluar el como construir plantas en una zona sísmica. (Parece ser que el diseño y ubicación de la planta Fukushima Daiichi era claramente errónea).

La compañía a cargo de la planta, Tokyo Electric Power Company (TEPCO), y el gobierno japonés necesitan cambiar la forma en que publican información crítica en una crisis. (El New York Times ha documentado la falla de comunicación). El flujo de información ha sido lento y vago, en el Occidente lo describiríamos como “táctica de cerrojo”. Posiblemente, por primera vez en la historia de Japón, la gente ha comenzado a dudar seriamente de las autoridades. Sintieron que tenían el derecho a recibir información precisa y veraz de manera oportuna, y que no parecía venir.

Las autoridades japonesas también necesitan evaluar como toman decisiones en una crisis. Parece que gran parte de la toma de decisión, al menos en un inicio, da más importancia a las ganancias económicas que a la vida humana. Por ejemplo, el Wall Street Journal dice que TEPCO retrasó el utilizar agua de mar para enfriar los reactores porque estaban preocupados del daño que el agua salada podría causar a sus bienes. Por lo menos, la vida de 80 personas (los que estaban trabajando en la planta en el momento del accidente) está en peligro debido a esta decisión, más otras personas que estuvieron involucradas en la reacción más tarde.

Esto señala que hay un problema mayor en la gestión de crisis, no sólo en Japón, sino en todo el mundo: falta de capacitación para la toma de decisión ética en emergencias. La capacitación en la preparación contra las crisis se enfoca normalmente en los detalles técnicos de como arreglar problemas y como comunicarse con los medios.

Pero los ejecutivos no están preparados para tomar decisiones éticas bajo presión. Cuando hay vidas en juego – especialmente cuando se trata de un posible desastre nuclear – no es posible tener una reacción por etapas. Debes tener una reacción ética, debes usar todos los recursos desde el primer momento.

Japón no está ante un desastre como el de Chernobyl: todos los reactores de Fukushima han sido apagados con éxito y el enfoque se encuentra en enfriar la planta. En el peor de los casos para Fukushima Daiichi, se puede tener algo como el accidente de 1979 en la central de la Isla de las Tres Millas, lo que puede significar un área contaminada de 30 kilómetros alrededor de la planta. Éstas no son buenas noticias – pero tampoco son malas considerando un serio accidente nuclear.

¿Se podrían haber tenido mejores resultados? Es posible – si se hubiera utilizado agua de mar desde el inicio de la crisis. Pero tendremos que esperar al reporte final después de la inminente investigación.

¿Qué significa esto para el futuro de la energía nuclear, especialmente en las regiones sísmicas? China, que es parte del Cinturón de Fuego del Pacífico y que ha tenido sus propios terremotos devastadores (Tangshan en 1976 y Sichuan en 2008), tiene planes de construir 40 nuevas plantas de energía nuclear de aquí al 2015. Desde el accidente en Japón, Beijing ha detenido las aprobaciones necesarias, esperando a una investigación de sus propios estándares de seguridad. Pero lo más probable es que la construcción de las plantas seguirá su curso. Asia y el resto del mundo necesitan de energía para poder mantener su crecimiento económico y su desarrollo. La energía nuclear es la mejor fuente de energía ya que, sin contar los accidentes, es mucho más ecológica que el petróleo o carbón, los cuales contribuyen sustancialmente al calentamiento global.

Abandonar la energía nuclear sería como negarse a cruzar la calle porque podrías ser atropellado: si conoces los riesgos, puedes encargarte de ellos. La industria de la energía nuclear entiende ahora mejor los riesgos gracias a los resultados de este desafortunado accidente. (Aquí va un consejo para accionistas: es momento de comprar acciones de extracción de uranio y energía nuclear. Aunque los precios han bajado casi un 30 por ciento desde el tsunami, estoy seguro que volverán a subir. El futuro está en la energía nuclear.)

Se aprenderán lecciones acerca del diseño y ubicación de plantas nucleares: para empezar, no se pondrán cercanas a la costa o grandes ríos. El terremoto no fue lo que creó los problemas, sino la inundación del tsunami.

También se aprenderán lecciones acerca de las comunicaciones durante una crisis en Asia. Los principios básicos son: comunicarse frecuentemente; comunicarse claramente; comunicarse con veracidad; y comunicarse con transparencia. Esto puede ser más difícil en Japón: el japonés, así como el chino, no es un idioma directo; es mucho más matizado y intuitivo que los idiomas europeos. (En cierto momento, el oficial japonés a cargo de la crisis pidió disculpas públicamente por causar “molestia”. Dentro del contexto de interacción normal en Japón esto puede tener sentido; en una crisis nuclear pareció estar fuera de la realidad). La agonía de Japón puede enseñar a otras naciones asiáticas como transmitir información rápidamente y con precisión.

Como digo a mis clientes en momentos de crisis: deja de hablar y empieza a comunicarte. Lo que el público espera – y tiene el derecho a esperar – es la verdad. Pero la lección más importante de los últimos diez días debería ser el incorporar capacitación en la toma de decisión ética dentro de la capacitación para preparación ante crisis. La gente debe tener prioridad sobre beneficios económicos – siempre y sin condiciones.

Alistair Nicholas es el Vicepresidente Ejecutivo para Asia en la compañía de relaciones públicas Weber Shandwick y su rama de asuntos públicos Powell Tate. También es miembro del Consejo Asesor del China Global Risk Council. La opinión en este artículo es del autor y no refleja necesariamente la opinión de su empresa o sus clientes, o de cualquier otra organización con la que esté asociado. Alistair Nicholas ha representado compañías de energía nuclear y compañías involucradas en la cadena de suministro de la energía nuclear. Tiene un bloc acerca de la China, gestión de la reputación, y cualquier otra cosa en: Off The Record.


Este artículo es publicado por Alistair Nicholas, y MercatorNet.com bajo la licencia Creative Commons. Puede republicarlo o traducirlo sin costo con la atribución respectiva, para propósitos no comerciales de acuerdo con estas indicaciones. Si das clases en una universidad puedes pedir a tu departamento que haga una donación. Los medios de comunicación comercial deben contactarnos para permisos y costos. Algunos artículos en este sitio son publicados bajo términos diferentes.

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Ésta es la traducción al español  de un artículo originamente publicado en MercatorNet: 
http://www.mercatornet.com/articles/view/people_have_to_come_before_profits_even_in_a_crisis/


This is the Spanish translation  of an article first published in MercatorNet: http://www.mercatornet.com/articles/view/people_have_to_come_before_profits_even_in_a_crisis/

Wednesday, March 9, 2011

Tres formas de morir


Cómo tres mujeres de tres diferentes países están lidiando con la muerte en el Día Internacional de la Mujer.




Michael Cook | Martes, 8 de Marzo 2011





Esto se trata de tres mujeres y la muerte: una de ellas es de la India, otra de Ruanda y la otra de los Estados Unidos. Provienen de culturas muy diferentes entre sí y están lidiando de forma muy diferente con el final de la vida. Uno de ellos es particularmente triste – pero es la pena lo que hiere, no el dolor. 


Empecemos con el caso de la India. Su nombre es Aruna Shanbaug. Era una enfermera en el hospital King Edward Memorial de Mumbai. En 1973 fue estrangulada y asaltada sexualmente en una de las salas del hospital. Ahora vive en una dimensión desconocida donde prácticamente no puede ni moverse. No puede hablar, no puede alimentarse o limpiarse. Su familia y su novio la abandonaron ya hace mucho tiempo.

Pero por 38 años, las enfermeras del hospital han estado cuidándola. Ferozmente resistieron el intento de una activista para que se quitara la sonda de alimentación de Aruna y así causar su muerte por hambre. El caso se escaló hasta la Suprema Corte de la India, la cual publicó la sentencia ayer. Esta sentencia negó la petición de terminar la vida de Aruna.

El país entero debe aprender el significado de dedicación y sacrificio enseñado por el equipo del hospital KEM. Por 38 años, Aruna no ha tenido ni una llaga,” dijeron los jueces. Alabaron “su noble espíritu y su dedicación excepcional, ejemplar y sin precedentes al cuidar de Aruna por tantos años. Toda la gente de la India están orgullosos de lo que han hecho.”
Las enfermeras declararon que este era el mejor posible regalo que pudieron recibir para el Día Internacional de la Mujer. “Aruna era nuestra, y siempre seguirá siéndolo”, dijo Agnes Thomas, una enfermera que ha estado trabajando en el hospital los últimos 35 años. “Su familia dejó de visitarla desde hace algunos años, ella pertenece a nuestra familia. No tenemos ninguna obligación de cuidarla, pero lo hacemos porque nos sentimos unidas a ella.”


Y el Dr. Sanjay Oak, decano del hospital dijo a los noticieros: “No era cosa de victoria o derrota. Me alegra que la humanidad ha triunfado.”


A continuación se encuentra la mujer de Ruanda. Se llama Rachel Nyirahabiyambere y es una inmigrante a los Estados Unidos de 58 años de edad. Pasó mucho años como refugiada en la selva de la República Democrática del Congo antes de seguir los pasos de dos de sus hijos hacia los Estados Unidos.  Cuando su hijo mayor se mudó a Virginia, renunció a su trabajo, perdió los beneficios de seguro social y lo siguió para poder cuidar de sus hijos. Además tampoco tenía acceso a Medicaid ya que no ha vivido en los Estados Unidos por cinco años.

En Abril del año pasado tuvo un derrame cerebral que la dejó en un estado vegetativo permanentemente. Estuvo recibiendo cuidados en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown, un hospital católico de Washington D.C. Después de siete semanas, el hospital intentó darla de alta ya que sus cuidados eran muy costosos. De acuerdo con el New York Times, el hospital dio tres opciones a los hijos: encontrar un asilo de ancianos, que la llevaran a una de sus propias casas o repatriarla a Ruanda.


Los hijos respondieron que no tenían la capacidad económica para ninguna de las opciones. El estancamiento se resolvió en diciembre: a petición del hospital, la Corte del Circuito de Alexandria designó un custodio. El custodio se puso en acción rápidamente, la Sra. Nyirahabiyambere fue transferida a un asilo a mediados de Febrero y a pesar de angustiadas protestas de los hijos, se le quitaron las sondas de alimentación.

Por eso, en este mismo momento, Rachel Nyirahabiyambere está muriendo de hambre en Millersville, Maryland. El hospital que organizó esta barbaridad declara en su sitio-web que “Nuestra misión es llevada a cabo con un gran énfasis de ayuda a la comunidad y una dedicación al principio Jesuita, católico de cura personalis – que significa 'cuidado de la persona entera'.”


¿El cuidado de la persona entera no incluye comida y agua? Las enfermeras del King Edward Memorial, que no es exactamente uno de los mejores hospitales del mundo, dieron cuidados paliativos a Aruna por 38 años sin ninguna queja. Pero para uno de los mejores hospitales americanos, cuidados paliativos evidentemente significa morir de hambre lentamente.


En nuestra cultura nosotros nunca condenaríamos a morir de hambre a nadie,” dice uno de sus hijos, Jerome Ndayishimiye.


La tercer mujer es una estadounidense, Andrea J. Sloan. Es enfermera y abogada, y también es quien la corte designó como custodio de Rachel Nyirahabiyambere. Fue ella quien ordenó que se quitaran las sondas de alimentación. Deborah Sontag, la reportera de New York Times, obtuvo copias de su comunicación con los hijos de Rachel. No son una lectura agradable.
Los hospitales no pueden permitirse el lujo de dar tiempo a las familias para pasar por el proceso de lamentación dejando que los parientes se queden hospitalizados hasta que la familia llegue a la etapa de aceptación, si eso llega a ocurrir algún día... En general, ¿qué da el derecho a una familia o persona de controlar tan escasos recursos de cuidados de la salud en una situación donde el pronóstico es tan pobre, a expensas de otros que podrían realmente beneficiarse con dichos recursos?
La Sra. Nyirahabiyambere no dejó “testamento vital”, pero parece ser claro que hubiera preferido mantenerse enganchada a sus sondas de alimentación. La Sra. Sloan ignoró esto. De acuerdo con Times, ella dijo a sus hijos que desconectaría a su madre a menos que pudieran demostrar que ella querría vivir su vida “con una sonda de alimentación, en pañales, sin comunicación con nadie y en un asilo.”


Terminar la vida de cualquier persona por hambre está moralmente mal y no está reconocido en la cultura de la gente de Ruanda,” escribió uno de los hijos a la custodio. La Sra. Sloan respondió por correo electrónico: “Usted ha pedido que entienda su cultura y eso es exactamente lo que estoy intentando hacer. Sondas de alimentación no son parte de su cultura, ¿o sí lo son?”


Tres mujeres. Tres países, dos pobres y uno rico. ¿Pero de que sirve vivir en el país rico si se te trata tan cruelmente cuando mueres?


Michael Cook es el editor de MercatorNet.


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Ésta es la traducción al español  de un artículo originamente publicado en MercatorNet: 
http://www.mercatornet.com/articles/view/three_ways_of_dying/


This is the Spanish translation  of an article first published in MercatorNet: http://www.mercatornet.com/articles/view/three_ways_of_dying/

 

Friday, March 4, 2011

¿Ha comenzado la era de los señores computadoras?


Una computadora de IBM ha hecho pedazos a dos campeones humanos en el show de preguntas Jeopardy! ¿Se trata de un juego por la humanidad?




Yo, por mi parte, le doy la bienvenida a los nuevos señores computadoras”, bromeó Ken Jennings cuando él y Brad Rutter, quienes eran campeones mundiales hasta ese momento del show de preguntas “Jeopardy!”, fueron derrotados por Watson, un sistema robótico desarrollado por IBM.
 
¿Hemos realmente llegado a esto? ¿La humanidad está condenada a un estado servil, mientras que los robots van paulatinamente quitándonos el puesto de trabajo que se consideraba del dominio exclusivo de seres pensantes?
¿Una máquina puede pensar?
 
Esta pregunta ya se hizo hace más de 60 años, al inicio de la era de las computadoras electrónicas. Alan Turing, un informático pionero, propuso una prueba por la cual se podría juzgar si una máquina es inteligente. La prueba, la cual se conoce como Prueba de Turing, requiere básicamente que la máquina sea capaz de llevar a cabo una conversación (utilizando una interfaz de texto similar al sistema de chat para eliminar la posibilidad de que entren en consideración señales tales como apariencia física) que podría engañar a un juez humano, haciéndolo pensar que se trataba de un humano.
 
Aunque ésta prueba ha sido criticada en bases filosóficas y prácticas, se ha mantenido como un gran reto para aquellos que trabajan en el campo de inteligencia artificial (IA). Turing creía que la computadora sería capaz de pasar la prueba alrededor del año 2000, pero claramente la prueba parece ser más dura de lo que él pensó.
 
A pesar de décadas de esfuerzos de mucha gente muy inteligente, la meta está aún tan fuera de alcance como siempre lo ha estado. Este hecho sólo se ha clarificado aún más por un intento real de llevar a cabo el Test de Turing en la práctica. El Premio Loebner, patrocinado por un empresario sin antecedentes en ciencias de la computación, organiza una competición anual de los mejores programas conversadores, llamados chatbots, compitiendo entre ellos y contra una selección de seres humanos para competir por el precio del Más Humano.
 
Investigadores de IA comúnmente piensan que esta competencia es una farsa y una distracción. Aún los mejores chatbots están vacíos cuando los miras por dentro, utilizando varios trucos y reglas aproximadas para producir un diálogo verosímil pero esencialmente sin sentido. Al mismo tiempo, esfuerzos para producir programas de computadora que pueden realmente comprender un lenguaje y mostrar sentido común han hecho nada más que un progreso lento.
 
Ahora repentinamente un nuevo competidor ha aparecido en escena, lo que de hecho parece ser un posible candidato para el estatus de máquina pensante. ¿IBM lo la logrado finalmente? ¿Sus científicos han producido verdadera inteligencia artificial?
 
Watson no podría pasar o siquiera entrar al Test de Turing ya que no es un conversador. Sólo responde preguntas, una tras otra y no puede entrar en diálogo. Por lo tanto, tendríamos que dejar a un lado el estándar de Turing para juzgar inteligencia. Pero si viéramos el funcionamiento de Watson solamente en cuanto a sus propios méritos, ¿la máquina estaba pensando?
 
A pesar de todo el bombo que se dio tras la victoria de Watson en “Jeopardy!” en el encuentro televisado el 14, 15 y 16 de Febrero, la respuesta es: definitivamente no.
 
Sin duda alguna Watson representa un nuevo nivel de habilidad al responder a preguntas en un lenguaje natural, un problema notoriamente difícil para IA. El lenguaje humano está lleno de ambigüedad, palabras con significados múltiples, y el contexto tiene una gran influencia en el tipo de respuesta que se espera. Añadiendo a estas dificultades, las pistas de “Jeopardy!” involucran juegos de palabras ingeniosos que son muy difíciles para que una computadora pueda resolver.
 
Los investigadores de IBM que construyeron y programaron Watson deben ser elogiados por una verdadera proeza, combinando procesamiento sofisticado de grandes cantidades de datos textuales sin estructura obtenidos del Internet con métodos estadísticos y asociación poderosos que permiten que varios hechos y conceptos se relacionen entre sí. Han trabajado sobre los resultados de años de investigación de IA para conseguir tener un sistema de contestación a preguntas que es increíblemente capaz.
 
Pero Watson no piensa, al menos en el sentido usual de la palabra, y de la forma que Turing pretendió que fuera entendida. Watson no “comprende” el contenido de las preguntas ni sus propias respuestas. Funciona generando hipótesis aplicando técnicas de motores de búsqueda a las pistas y entonces decide cuál hipótesis tiene la más alta probabilidad de ser correcta. La falta de verdadera compresión de Watson es revelada ocasionalmente cuando comete un error básico tal como diciendo que “Toronto” es la respuesta a una pregunta cuya respuesta correcta es una ciudad en los Estados Unidos.
 
Watson es un logro excepcional. Y aún más importante, los métodos que fueron usados al programarlo no están específicamente ligados a la tarea de contestar a preguntas de trivia. Sería un proceso simple re-programarlo para que, por ejemplo, contestara preguntas de diagnosis médico. De hecho, IBM ya ha anunciado sus planes de trabajar con un hospital para desarrollar un asistente médico basado en la tecnología de Watson. Vienen a la mente rápidamente otras áreas de posible aplicación tales como asistentes de ventas o solución de problemas en computadoras.
 
Pero Watson es aún muy caro para su adopción generalizada en corto plazo. El sistema que fue usado para jugar “Jeopardy!” consiste de un clúster de 90 servidores de alto nivel en un estante del tamaño de diez refrigeradores, y debió haber costado fácilmente más de $10 millones de dólares americanos. Pero si los equipos de cómputo continúan su tendencia histórica de rendimiento incrementando constantemente por costo de unidad, podemos esperar que sistemas con capacidad similar sean asequibles para negocios de capacidad mediana en más o menos una década.
 
Cuando esto suceda, podemos esperar ver que muchas compañías intentarán utilizar este tipo de tecnología como si fuera un reemplazo de trabajadores humanos tales como empleados de ventas o personal de servicio de asistencia. Pero pienso que ellos, y aún más importante, sus clientes, verán que los resultados no son satisfactorios. Susan Feldman, una analista de la compañía consultora IDC, ha escrito intuitivamente,

Lo que Watson no es, es un sustituto de un ser humano. Contesta preguntas. Eso es para lo que ha sido diseñado, y en las áreas ricas en información tales como cuidado de la salud, finanzas, inteligencia del gobierno, o centros de atención de llamadas va a ser una bendición para trabajadores sobrecargados de trabajo que necesitan respuestas precisas y confiables. Pero Watson no puede entablar una conversación. No tiene experiencia de la realidad. No tiene emociones.

También es importante notar que Watson no tiene creatividad. No puede originar ideas por sí mismo. Si se le pregunta la solución a un problema, puede buscar y localizar una solución, sólo si alguien en algún lugar ya ha encontrado dicha solución. Pero no tiene la capacidad de ser original.
 
Esto significa que un papel más adecuado para Watson es el de un ayudante rápido y bien informado para especialistas humanos, ayudándolos a trabajar grandes volúmenes de hechos que serían muy abrumadores para cualquier persona de asimilar. Esto es un desarrollo con el que podemos soñar, no temer.
 
A fin de cuentas debemos tener bien claro que construimos computadoras y otras herramientas para ayudar a seres humanos a alcanzar sus metas, no a la inversa. La eficiencia y la reducción de costos son los medios, no el fin.
 
En el clásico de ciencia ficción “R.U.R.” acerca de un mundo dirigido por robots, se le pregunta al gerente general de la fábrica de robots que es lo que hace que alguien sea el mejor trabajador: ¿es honestidad, dedicación? “No”, responde, “es el que sea más barato.”

Pero en última instancia, trabajo y producción no se tratan de economía y hacer las cosas al menor costo. Son acerca de satisfacer necesidades humanas, una de las cuales es ser útil, ser creativo, participar en la gran tarea de ser administradores de la creación y hacer de la tierra un lugar mejor. Las computadoras no son todavía nuestros señores, o ni siquiera nuestros compañeros en esta empresa, y no parece probable que lo sean pronto.
 
Profesor Adjunto Bob Moniot enseña informática en la Universidad Fordham de Nueva York.
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Ésta es la traducción al español  de un artículo originamente publicado en MercatorNet: http://www.mercatornet.com/articles/view/has_the_age_of_computer_overlords_begun/

This is the Spanish translation  of an article first published in MercatorNet: http://www.mercatornet.com/articles/view/has_the_age_of_computer_overlords_begun/