Thursday, December 22, 2011

LA ADOPCION POR PAREJAS DEL MISMO SEXO NO ES UN JUEGO

Rick Fitzgibbons | 18 de Noviembre 2011
Traducción hecha por: Raúl

Permitir que parejas del mismo sexo adopten priva a los niños de una madre o un padre, y los expone a un experimento social peligroso.


Intentos de legisladores y activistas homosexuales de autorizar la adopción por parejas del mismo sexo, son equivocados. Sus intenciones pueden ser buenas, pero ignoran los derechos de los niños, e importantes investigaciones sociológicas y psicológicas sobre el estilo de vida homosexual.

La decisión reciente del Servicio Social Católico del sur del estado de Illinois, de separarse de la Iglesia y colocar niños con parejas homosexuales, ha seguido a otros estados y tuvo lugar después que Illinois pasara una ley para proteger los así llamados derechos de parejas homosexuales. Tal ley, la Illinois Religious Freedom Protection and Civil Union Act ['Ley de protección de libertad religiosa y de uniones cívicas'] ha negado fondos a agencias sociales que rehusen permitir la adopción por parejas homosexuales.

Hacer un experimento con niños al permitir la adopción por parejas homosexuales plantea problemas serios. Los niños tienen derecho y necesitan tanto un padre como una madre. Tal necesidad debiera ser reconocida por el estado y por las organizaciones profesionales como algo mucho más importante que el supuesto derecho de adopción por los adultos.

Estas opiniones se basan en numerosas investigaciones y conocimientos de ciencias sociales, y en mi experiencia clínica como psiquiatra, que ha tratado niños adoptivos por muchos años, casi treinta y cinco, habiendo escrito un capítulo sobre su tratamiento en un texto de la Asociación Psicológica Americana (1) y como padre de tres hijas adoptivas.

Riesgos de las uniones homosexuales.

Relaciones homosexuales no producen un ambiente ideal para criar niños, por varias razones.

Primero, parejas homosexuales tienden a ser promiscuas. Uno de los más amplios estudios de parejas homosexuales reveló que solo siete de 156 parejas tenían una relación sexual estrictamente monógama. La mayoría de estas uniones duraron menos de cinco años. Aquellas parejas que duraron más de cinco años, habían incorporado mecanismos aceptando la infidelidad sexual: “El factor más importante para mantener a las parejas unidas por más de 10 años es la ausencia de actitud posesiva” observaron dos expertos que eran también pareja, David McWhirter y Andrew Mattison. “Muchas parejas aprenden temprano en su relación que la posesión de uno por el otro en lo sexual, puede ser el mayor obstáculo a mantenerse juntos” (2)

Segundo, las uniones son muy frágiles. La probabilidad de separarse es alta para parejas lesbianas. En un informe de 2010, el US National Longitudinal Lesbian Family Study [Estudio longitudinal de Familias Lesbianas en EEUU], 40 por ciento de las parejas que habían adquirido un hijo por inseminación artificial, se habían separado. (3) Lisa Diamond en su libro Sexual Fluidity [Fluidez sexual] informó que “más de dos tercios de las mujeres en mi estudio habían cambiado de opinión sobre su identidad, por lo menos una vez desde la primera entrevista. Aquellas mujeres que mantuvieron la misma identidad por todos esos diez años resultaron ser el grupo más pequeño y atípico.” Si una mujer en una unión homosexual cambia su opinión sobre identidad, la relación se destruye.

Y tercero, la pareja puede no tener buena salud. Investigación en Holanda reveló que la mayoría de los nuevos casos de VIH en Amsterdam se produjeron entre hombres homosexuales en uniones estables. El investigador concluyó que: “Medidas preventivas debieran concentrarse en actividades de riesgo, especialmente con pareja estable, y estimular tests de VIH” (4) Investigaciones han mostrado que uniones homosexuales sufren de significativamente mayor prevalencia de abuso doméstico, depresión, abuso de drogas y enfermedades de transmisión sexual (5). ¿Es prudente colocar a niños adoptivos en un ambiente con alto riesgo de enfermedades de gran contenido emocional?

Los niños necesitan padre y madre.

Lo más importante es el bienestar del niño. Investigaciones sociológicas han mostrado repetidamente la importancia vital de ambos, un padre y una madre, para un buen desarrollo de los niños, y los graves riesgos que corren cuando no hay padre o madre. Las madres y los padres aportan rasgos únicos que son esenciales para la salud del niño.

Entre las muchas condiciones especiales que aportan las madres se destacan tres: la capacidad de dar de mamar, su habilidad para entender a los niños desde una edad muy temprana, y su capacidad de proporcionar alimento y bienestar.

Estudios sociológicos han confirmado esto. Muchos trabajos muestran que infantes y preescolares prefieren a la mamá cuando tienen hambre, están asustados o enfermos. Las madres tienden a calmar más al niño. Y responden mejor a los distintos llantos de los niños. Son más capaces que los padres de distinguir entre un llanto de hambre y un llanto de dolor. Y son también mejores que los padres para descubrir las emociones de sus hijos al verles la cara, las posturas y sus gestos.

Niños que carecieron de cuidado maternal durante largos períodos a una edad temprana “carecían de sentimientos, tenían relaciones superficiales, y mostraban tendencias hostiles o antisociales” al llegar a adultos.(6) Experiencia clínica sugiere que privar deliberadamente a un niño de su madre, carencia materna, causa grave daño porque las madres son cruciales para que el niño establezca la capacidad de confiar y sentirse seguro en sus relaciones. Todas las culturas reconocen este papel esencial de la madre.

Los padres también tienen talentos especiales. (7) Los padres son superiores en disciplina, pasatiempos y en ayudar a los niños a superar los problemas de la vida. Y son un modelo esencial para los hijos hombres. Su presencia en el hogar protege al niño y favorece la sensación de seguridad, de ser protegido, del niño. Numerosas investigaciones han observado los problemas psicológicos, escolares y sociales entre los niños que crecieron en familias sin padre. Esto demuestra la importancia de la presencia del padre para el desarrollo saludable de los niños.

Los derechos del niño a una madre y un padre debieran ser protegidos por el estado. Los adultos no tienen derecho de privar a los niños de una padre y una madre.

Los niños sufren

Hay indicios muy fuertes de que a los niños criados por parejas homosexuales no les va tan bien como a los que se criaron en un hogar estable con madre y padre.

En 1996 un estudio bien diseñado de 174 niños de escuela primaria en Australia – 58 niños de parejas casadas, 58 de familias heterosexuales cohabitando, y 58 en hogares de uniones homosexuales – sugirió que las parejas casadas proporcionaban el mejor ambiente para el desarrollo social y educacional del niño. Las parejas cohabitando fueron segundas, y los homosexuales, últimos. (8)

Los resultados de un estudio en 2009, de mujeres en Nueva York, Boston y San Francisco son similares. Los investigadores estudiaron a 68 mujeres con padres 'gay' o bisexuales y 68 mujeres con padres heterosexuales. Las mujeres (de 29 años de edad promedio en ambos grupos) con padres 'gay' o bisexuales tenían dificultad en tres áreas: estaban menos a gusto con relaciones estrechas de intimidad, tenían menor capacidad para confiar y depender de otros, y sufrían de mayor ansiedad en sus relaciones, comparado con las mujeres criadas por padres heterosexuales. (9)

Estudios defectuosos, con resultados positivos.

No sorprende que haya expertos que se oponen a esta evidencia. Dos estudios importantes publicados en 2010 son citados por activistas homosexuales y por la prensa. Nanette Gartrell y Henry Bos (10) y Timothy Biblarz y Judith Stacey (11) afirman que niños que se vieron privados deliberadamente del beneficio de complementaridad de género y un hogar con padre y madre, no sufrieron daño psicológico.

Sin embargo, todos los datos del artículo de Gartell y Bos son opiniones personales de las madres y los niños. Las madres estaban al tanto de la intención del estudio, y esto puede haber influido sobre los resultados. Este defecto de método debilita profundamente el trabajo.

En el estudio combinado de Biblarz y Stacey [meta-estudio], en 31 de los 33 estudios de familias con dos padres, fueron los padres los que dieron la información, que era de juicios subjetivos. También en este caso tenía una distorsión, probar que era socialmente deseable, porque los padres sabían de la intención política del estudio. A mayor abundameiento, de los 33 estudios de familias de dos personas, solo dos estudios incluían hombres, aunque el título “¿Qué importa el género de los padres?” sugiere que tanto hombres como mujeres estuvieron bien representados.

Muchos estudios de parejas homosexuales tienden a tener serios problemas de metódica. A menudo se afirma que no hay evidencia de que los niños puedan ser dañados si son criados por hombres homosexuales. Esto es cierto, pero la ausencia de evidencia no es prueba. Quiere decir que no hay evidencia. Estudios de niños criados por hombres homosexuales son raros. Y ningún estudio ha examinado las consecuencias a largo plazo, de adultos que han sido criados por hombres homosexuales.

Una gran injusticia para los niños adoptados.

Un niño adoptivo ha sido separado de sus padres biológicos. El niño sufre esa pérdida. Por esa razón las agencias de adopción han tratado siempre colocarlos lo mejor posible – padre y madre estables. Una pareja del mismo sexo es por definición una opción de segunda clase, dado que un padre del sexo opuesto está ausente.

Se está cometiendo una injusticia muy grave contra las agencias de adopción Católicas, que han prestado gran ayuda a los niños, padres y familias por mucho tiempo, y se les está negando el derecho a continuar. Las legislaturas están colocando los derechos de parejas homosexuales por encima de las necesidades y derechos de los niños, a tener un padre y una madre.

Privar deliberadamente a un niño de un padre o una madre daña al niño (12). La investigación sociológica apoya esta opinión. Niños adptivos han sufrido de abandono a temprana edad y debieran estar protegidos del traumatismo adicional de verse expuestos a un experimento social cruel. ¿Nadie irá a defender a estos niños?

Rick Fitzgibbons es el director de Comprehensive Counseling Services en West Conshohocken, Pennsylvania. Ha hecho psiquiatría por treinta y cinco años, y se especializa en el tratamiento de ira excesiva

Notas

(1) Enright, R. & Fitzgibbons, R. (2000). Helping Clients Forgive: An Empirical Guide for Resolving Anger and Restoring Hope. Washington, DC: American Psychological Association Books ,p. 187-89.
(2) McWhirter, D. and Mattison, A. 1985. The Male Couple: How Relationships Develop. Prentice Hall.
(3) Gartrell, N. & Bos, H. (2010) US national Longitudinal Lesbian Family Study: Psychological Adjustment of 17-year-old Adolescents, Pediatrics, Volume 126, Number 1, July 2010, 28-36.
(4) Xiridou, M. et al. (2003). The contribution of steady and casual partnerships to the incidence of HIV infection among homosexual men in Amsterdam. AIDS 17: 1029-38.
(5) D. O’Leary. (2007) One Man, One Woman: A Catholic’s Guide to Defending Marriage Manchester, NH: Sophia Institute Press, 149-68.
(6) Kobak, R. (1999). "The emotional dynamics of disruptions in attachment relationships: Implications for theory, research, and clinical intervention". In J. Cassidy & P. R. Shaver. (Eds.), Handbook of Attachment (pp. 21-43). New York: The Guilford Press.
(7) http://www.pbs.org/newshour/gergen/july-dec99/fisher_8-16.html.
(8) Sarantakos, S. (1996) Children in three contexts. Children Australia, 21(3), 23-31.
(9) Sirota, T, (2009) Adult Attachment Style Dimensions in Women with Gay or Bisexual Fathers. Arch. Psych Nursing, 23, 289-297.
(10) Gartrell, N. & Bos, H. (2010) US national Longitudinal Lesbian Family Study: Psychological Adjustment of 17-year-old Adolescents, Pediatrics, Volume 126, Number 1, July 2010 p. 28-36.
(11) Biblarz, T. J. & Stacey, J. (2010). How does the gender of parents matter? Journal of Marriage and Family. 72, 3-22.
(12) Kobak, R. (1999). "The emotional dynamics of disruptions in attachment relationships: Implications for theory, research, and clinical intervention". In J. Cassidy & P. R. Shaver. (Eds.), Handbook of Attachment (pp. 21-43). New York: The Guilford Press.; Popenoe,D. (1996) Life Without Father, New York: Free Press, P. 176; Golombok, S. et al (1997) Children raised in fatherless families from infancy: Family relationships and the socioeconomic development of children of lesbian and single heterosexual mothers. J. Child Psychology and Psychiatry 38: 783-791; Gallagher M. & Baker, J.K. (2004) Do Mom and Dads Matter: Evidence from the social sciences on family structure and at the best interests of the child. Margins 161(4):161-180.

Este artículo es publicado por Rick Fitzgibbons y MercatorNet.com bajo la licencia de Creative Commons. Puede republicarlo o traducirlo sin costo con la atribución respectiva, para propósitos no comerciales de acuerdo con estas indicaciones. Si das clases en una universidad puedes pedir a tu departamento que haga una donación. Los medios de comunicación comercial deben contactarnos para permisos y costo. Algunos artículos en este sitio son publicados bajo términos diferentes.

Ésta es la traducción al español de un artículo originamente publicado en MercatorNet: http://www.mercatornet.com/articles/view/same_sex_adoption_is_not_a_game

This is the Spanish translation of an article first published in MercatorNet: http://www.mercatornet.com/articles/view/same_sex_adoption_is_not_a_game